Porque la educación de nuestros hijos e hijas es nuestra responsabilidad.
Por la necesidad de estar unidos a la hora de reivindicar aspectos que nos ayuden a mejorar la calidad de la enseñanza.
Porque un movimiento de madres y padres agrupados hace que las iniciativas y peticiones de éstos sean vistos con MAYOR RESPETO por los diferentes organismos.
Porque existe un marco legal que ampara nuestro derecho a participar en la vida del centro escolar.
Por la importancia de «llevar» al Consejo Escolar la presencia de los padres y madres para DEFENDER los intereses de TODOS, y no individualizados.
Porque si los padres no somos capaces de motivarnos por la educación de nuestros hijos, ¿POR QUIÉN LO HAREMOS?
Porque si los padres y madres no somos activos y participativos, cómo le explicamos a nuestros hijos e hijas que deben ser personas IMPLICADAS en la sociedad.
Porque para realizar la formación activa de los padres y madres es preciso unir esfuerzos e ideas.
Porque las AMPAS deben trabajar en la integración del Centro en su entorno.
Porque todos somos necesarios para mejorar la calidad de vida y educación para nuestros hijos e hijas. Participar es un derecho pero también un DEBER SOCIAL.